martes, julio 21, 2015

Entre la lluvia y el tiempo...

Pocas veces se encuentran los momentos propicios para hacer algo... en la tarde mientras caminaba para aprovechar la única hora (de lunes a jueves) que me "obsequian" para comer, pensaba en como la percepción del tiempo es tan relativa y ahora parece que todo va simplemente demasiado rápido... como disfrutar una simple comida con el reloj como guardian para indicar cuando debes terminar y regresar a tu labor... y entonces todo se vuelve una serie indeterminada (y demasiado hecha rutina) de obligaciones, deberes, horarios y cosas por hacer, que simplemente ves volar el tiempo sin sentir que ha habido un cambio en tu vida... aunque al final el cuerpo te recuerda que la juventud si que te está abandonando poco a poco... inexorablemente...

Y de pronto llueve, justo cuando quisieras salir corriendo, para calmar en el silencio de la penumbra que se acerca, que la iluminación no te deja ni pensar... que casi cualquier cosa que suceda entre esas cuatro paredes, testigos mudos de la deconstrucción universal, puede ser terrible y hermoso a la vez... deteniendo el tiempo poco a poco, oyendo a las gotas precipitarse en el cristal, de tu ventana, de su ventana...

El tiempo te recuerda que hay cosas que se acaban, que hay cosas que quisieras hacer pero no se pueden, que hay ciertos límites que respetar, para continuar con la vida 'normal' a la que estas acostumbrado... en el momento en que los tiempos se conjuntan porque coincidir es tan difícil a "buena hora" y entonces quieres hacer lo que todas las semanas, pero con quien quisieras hacerlo todas las semanas simplemente no tiene el entusiasmo y quizá ve las cosas de distinta manera... aprovechar el tiempo, del cambio, de que sea temprano, de compartir un poco mas...

La lluvia, esa que te quita las ganas de salir de pronto... y te pones a escribir para acallar los ecos de tu mente que no cesan... ¿y si nada es lo que parece? ¿y si todo es una mascara de tan anhelada perfección? ¿y si destruimos todo para comenzar a construirlo de nuevo? ¿como dejar algo que costo tanto trabajo conseguir? ¿vale la pena tanto esfuerzo? ¿se puede obtener todo? "¿para que quiero ganar hijo mío?"...

Tiempo para todo debe haber, para encontrar las coincidencias y las diferencias... debe haber un tiempo para aceptar que no todo puede ser exactamente como esperamos que sea... a veces solo falta detenernos en el caudal del inmisericorde tiempo que nos marca lo que debemos hacer, a que hora dormir, levantarnos, comer, esparcirnos... para poder entender que a veces callar es mejor que decir todas las cosas... porque al final, siendo honestos, nadie puede (ni quiere) escucharlas...

Un recordatorio oportuno, la siempre inoportuna lluvia en la Ciudad, de que no podemos controlar casi nada, quizá solo la respiración (a veces) y la lenta cadencia de mis dedos en las líneas... la calma vuelve... que mas da una semana mas o una menos, ya habrá tiempo para los dispuestos a encontrarlo... aunque sea de tomar su mano y caminar bajo la lluvia...

viernes, julio 03, 2015

Aquellas cosas que nos afectan

Siempre me he considerado una persona con una mentalidad abierta e incluyente, al final creo que cerrarse a las opiniones o a las críticas es la mejor forma de no volverse sabio, todo aquello que nos rodea nos da un punto de comparación, un momento de reflexión, un poco más de sabiduría... puedes tener un criterio inamovible, pero siempre se enriquecerá mas en función de que dejes que el entorno y mas las personas que te rodean aporten algo a lo que ya sabes... porque definitivamente nadie sabe todo... 

Y justo cuando observé como las personas a mi alrededor esgrimían una serie de irrazonables y razonables argumentos, justo cuando debía decantarme por una preferencia particular (siempre he sido parcial hacía la belleza), encontré ese momento de reflexión interior donde me doy cuenta de que en base a la experiencia de cada quien hay cosas que nos afectan mas que otras, situaciones que nos amedrentan o nos ponen euforicos y hasta palabras que pueden hacernos reaccionar como Marty McFly cuando le llamaban “gallina”... 

Haciendo justicia a mi estilo debe haber un ejemplo burdo... por mas que nos llenemos la boca diciendo que las emociones son algo que podemos controlar, que hemos visto casi cualquier cosa y nada puede sorprendernos, siempre habrá cosas que nos sacan de equilibrio y por más que lo querramos evitar es imposible hacerlo... American Horror Story definitivamente, y a pesar de que es tan popular, me afectó, hubo noches que no pude dormir, que de verdad sentía algo espeluznante cuando apagaba la luz... y entonces vino a mí la conclusión... 

Juzgar a los otros en base a nuestra propia experiencia personal, es como juzgar a ese niño que estaba aterrado con la película del payaso “It” cuando la última vez que la vi me sentí solo algo absurdo... no podemos pretender entender como reaccionaran otros que ven inconcebible una mancha después de limpiar, cuando se hace un gran escándalo por “5 minutitos”, o por los que no quieren que suba el dólar porque sus videojuegos son importados... 

Al final hay que buscar ese punto en común que nos haga mas humanos, un poco mas tolerantes, mas dispuestos a enseñar algo y a aprender algo mas del otro... porque solo así se logra hacer grandes cosas, no cuando eres el mas listo, o el mas ‘luchón’, o el mas aguerrido, sino cuando haces un gran equipo y sacas lo mejor de ti... por que es mas valioso dar la mano, que enseñar los dientes...