jueves, abril 20, 2017

Encerrado...

A veces esa sensación de libertad simplemente no te deja ver que aunque no alcances a ver esas paredes, siguen estando ahí... 

A veces sabes que esas barreras que están y siempre han estado ahí, merecen una lucha encarnizada para vencerlas, para ir más lejos hasta horizontes donde nunca has estado, hasta cimas que solo estaban en tus sueños... 

A veces estás cómodo con la idea, de esa jaula que te empeñas en hacerla dorada, que adornas de mil formas, con posters en las paredes, con lindos detalles que te hacen sentir en casa, donde esa sensación acogedora de no tener a donde más ir, te mantienen ahí... encerrado... 

De pronto estás encerrado, de pronto mucho más allá de barreras o paredes físicas... y aunque sabes que es lo mejor te resistes a dar los pasos necesarios fuera de esa caja, a sentir de nuevo la incomodidad del mundo exterior, de tener demasiadas posibilidades, de no saber que hacer allá afuera, aquello que tu mente no entiende del todo y clasifica como ‘desconocido’ y por lo tanto causa de miedo... “vuelve a tu cueva” susurra imperativa... y más que mantenerte seguro para que no entre nada nuevo, es algo que no te deja salir... 

Encerrado, preso de tus pensamientos, de esa calidez inexplicable, de contener esa luz que podría hacer más brillante el mundo, más ilimitadas tus posibilidades, más grandes tus horizontes, si tan solo das el primer paso fuera de aquí...