miércoles, marzo 02, 2016

Mis Pensamientos en Papel

A veces, y solo a veces, me gustaría que alguien hiciera un juicio de mí, lo más objetivo posible y me dijera a la cara lo que resulta de ese juicio... considero que sería una oportunidad única para verme a través de los ojos de alguien más para aprender que estoy haciendo no del todo bien y poder trabajar en ello... la personalidad es más como algo que se va puliendo, no se puede corregir de un día a otro, sigo trabajando en sustituir “haber” por “a ver” en donde aplica y cuesta trabajo, pero haciéndose habito cada vez es más fácil... 

Un juicio objetivo, donde no importe tanto la cercanía (porque claro que quiero que sea alguien que me conozca lo mejor posible y sea una persona confiable), ni los sentimientos, un juicio que me deje ver lo que yo no veo por ser “yo” porque en un universo paralelo y que existe en la realidad a mis ojos, a veces, y solo a veces, no lo hago tan mal... no debe ser una tarea fácil, porque yo hago juicios, a partir del hecho de que me gusta escuchar y sé hacerlo bien, me gusta ver más allá del maquillaje, de las máscaras y agradezco a las personas que me han permitido esa intimidad, lo valoro y aprendo de ellas, también me dejan ver un poco de mí... 

A veces, y muy pocas veces, a personas que considero valiosas y dispuestas a perfeccionarse, les digo mi juicio objetivo sobre ellas, es brutal, es honesto, es demasiado ríspido y toca fibras tan sensibles que medir las reacciones de su rostro me llega a lastimar... pero se que parte del aprendizaje duele y ese dolor nos motiva a trabajar en aquello que no logramos hacer del todo bien... 

La sociedad nos va induciendo a ponernos máscaras, a definir una cara que debemos mostrar en público, otra en privado, otra en el trabajo, es difícil reconocernos a nosotros mismos, por ello quisiera que alguien, que olvide de pronto que me odia o que me ama, que me viera sin mis mascaras (que con muchos años de trabajo he ido puliendo y mejorando cada vez) que me dijera sin temor a las represalias (a veces puedo ser demasiado bueno para las réplicas) lo que ve de mí, lo que más le disgusta, lo que más le gusta, lo que me hace ser “yo”... 

Ver a la realidad a la cara es duro, a veces te das cuenta de que las personas que elijes que caminen contigo no son lo que pensabas que son, aunque sabías en el fondo quienes eran, pero la belleza a veces ciega, el amor encubre todos los defectos, la ira solo ve lo que quiere ver... a veces miras sin tapujos y sin emociones, solo a la persona que es, una persona como uno mismo, con su bagaje emocional, con sus deficiencias y fortalezas, con sus virtudes y defectos, y a veces te das cuenta de que lo que está ahí, lo que es, no es lo que quisieras que fuera... es difícil pero a veces hay que ver a la realidad, porque siempre está ahí... a veces maquillada, a veces con máscaras, pero siempre dispuesta a enseñar... 

Y a veces, aunque debería ser siempre, deberíamos estar dispuestos a aprender...