El poder de las historias

Como sabrán, normalmente soy muy celoso del uso de mi tiempo, creo en sacarle el máximo provecho y por ello evitar distracciones es una prioridad, todo comenzó cuando leí el libro de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva e hice por más de una semana el ejercicio de cronometrar todas mis actividades para saber si estaba usando el tiempo de manera inteligente.

Varios años después, o sea hoy, acabo de pasar 6min 12s viendo un vídeo de un chat entre una mamá su hijo y su ex-novia. Simplemente porque la historia me enganchó (si ya sé que estaba scrolleando en mi FB) pero normalmente eso lleva un minuto y ya, pero esta vez me quedé todo el video para saber que iba a pasar.

Personajes de ficción en una trama que no tiene nada que ver con mi vida y que definitivamente no aportó nada tampoco, pero usé esos 6min 12s viéndola de principio a fin. Y con esto quiero ejemplificar que una historia bien contada puede atraer hasta a los clientes más difíciles y es algo que no tomamos en cuenta al promover nuestros productos y servicios, hacerlo de forma intencional puede catapultar nuestros resultados.

Hace poco volví a ver la primer clase que hice en YouTube ver como hablaba como robotito fue muy tierno y a pesar de la producción nada sofisticada la clase tiene elementos que siguen vigentes en el arte de contar historias, así que si te interesa ver como cualquier situación o ejemplo de tus productos y servicios puede transformarse en una historia que enganche dale clic y ahí te veo.

Esto no es coincidencia... es lo que llamamos LO INEVITABLE

Uno de los mentores que más admiro es Jim Rohn, y en una época de mi novel carrera en el emprendimiento pasaba días enteros escuchando sus charlas, no solo eran inspiradoras sino contenían un tipo de sabiduría muy particular, sobre no tratar de entender todo lo que pasaba porque muchas de las cosas que pasan son simplemente inevitables.

Hoy en mi Klub de Lectura estamos leyendo uno de los libros de Jim Rohn y además de las innumerables enseñanzas que leímos hoy una que resonó en mi mente fue: "No es la dirección o la fuerza del viento la que nos lleva a algún lugar, sino a donde dirigimos el velero". Todos estamos en esta experiencia de vida en este mundo y plano, la diferencia de adonde llegamos es la dirección que cada uno toma.

En mi mentoría diaria con Darren Hardy (ilustre discípulo de Jim Rohn) mencionó justo eso hoy, cuando vivimos como humanidad la crisis de la pandemia de 2019 a todos nos aconteció lo mismo, ahora con la recesión de la economía, la inflación y la crisis económica que empezamos a vivir es algo que de una forma u otra nos afecta a todos.

Y como en toda la historia, algunos prosperarán y otros la pasarán muy mal. No depende de las cosas que acontecen, todos experimentamos retos, pérdidas, enfermedades, la diferencia es como actuamos ante ello, hacía donde estamos dirigiendo nuestra vida para prosperar o dejarnos caer, eso depende de las decisiones de cada uno de nosotros.

No es coincidencia escuchar este mensaje por dos canales diferentes hoy, cuando hace unas horas un temblor nos sacó de la cama aquí en CDMX en la madrugada, el temblor nos acontece a todos, como reaccionamos y que decisiones tomamos con el suceso es lo que marca la diferencia en nuestras vidas, tampoco es coincidencia que estés leyendo esto, lo INEVITABLE es que las cosas nos van a pasar y también será INEVITABLE que llegues al lugar donde decidas, a pesar de las circunstancias, dirigir tu velero.

Apaláncate de tu rutina

Siguiendo con el post de ayer, una vez me preguntaron como poder instalar un hábito positivo, y claro que les voy a recomendar escuchar este episodio que nos da un tip espectacular, porque son nuestros hábitos los que nos construyen, sin embargo, parece que es casi imposible comprometerse con esos hábitos positivos y encontrar el tiempo para ponerlos en acción.

Entonces mi primer recomendación es comienza con algo pequeño, muchas veces queremos iniciar con ejercicio pero 3 horas y de alto impacto, queremos comer más saludable y cambiamos todo lo del refri y la dieta más estricta posible, queremos comenzar a leer una hora y los libros más grandes de desarrollo personal... pausa empieza por algo que si puedas hacer constantemente, algo pequeño.

Segundo ¿Para qué quieres ese hábito? Tienes que tener claridad acerca de lo que ese hábito representa para ti y como va a mejorar un aspecto de tu vida que te interese, por ejemplo, yo no soy fan del ejercicio y no aspiro a tener un cuerpo de competencia o de ganar seguidores en Instagram, entonces camino bastante seguido entre 20 y 30 minutos y con eso tengo para estar en forma de acuerdo con mis actividades y me siento bien. No quieras tener hábitos positivos solo porque están de moda o tus amigos te dicen que es lo que hay que hacer.

Mi tercer recomendación es usa tu rutina, tus hábitos que ya tienes para apoyarte, cuando hagas algo que haces todos los días inmediatamente después realiza el hábito que quieres instalar, es decir, si diario te tomas un café (en mi caso té) inmediatamente después lee 5 minutos, o haz 5 sentadillas o cómete la ensalada (no sé si esto sea bueno pero es un ejemplo y no soy nutriólogo), entonces es como extender tu hábito y te será mucho más sencillo de instalar, y claro si tienes que levantarte media hora más temprano para esa extensión hazlo, créeme puede cambiar tu vida.

Felices nuevos hábitos!

2 minutos que hacen la diferencia

Mientras escribo estoy disfrutando de mi té, que para tener la temperatura que a mí me gusta le pongo 2 minutos en el horno de microondas, y siempre que pongo mi taza con la medida de agua perfecta, hago algo mientras se calienta, hoy por ejemplo aproveché para guardar y lavar los trastes.

En ocasiones uso ese tiempo para tender la cama o escribir ideas principales de lo que quiero compartir. Siento esos dos minutos de calentamiento como un tiempo muerto artificial (me pregunto si habrá algunos naturales) para alcanzar una meta en concreto. Puede ser que tender la cama o lavar los trastes de la cena de la noche anterior no sean prioridades vitales pero si me dan un sentido de logro y satisfacción al ver esos elementos limpios y en orden.

Muchas veces decimos que no tenemos tiempo justo para las prioridades vitales y no nos damos cuenta de los tiempos que se pueden aprovechar perfectamente para lograr muchas cosas, esos 2 minutos o 5, 10, 15, 20 minutos que están por ahí y solo los tienes que traer a la consciencia hacen la diferencia.

El otro día que salía de una reunión de negocios el trayecto en una app de transporte tardó una hora, el tiempo que normalmente le hubiera dedicado a la ventana para contemplar la gran ciudad lo utilicé para seguir con una lectura que complementa mi nuevo libro, solo tuve que pensarlo y tomar acción.

Créeme es más fácil de lo que parece, y ese tiempo acumulado al pasar de los días y años te puede dar una ventaja que las personas que se escudan en el "no tengo tiempo" no tienen. Así que piénsalo y coméntame donde están esos 2 minutos que pueden cambiar tu día (y eventualmente tu vida) y que haces con ellos.

Escribe y transforma tu vida

He estado teniendo charlas sumamente interesantes con mi psicóloga y grafóloga favorita Denisse Rendón y me dijo algo que es super cierto, al escribir y plasmar algo de lo que somos en palabras nos vamos conociendo un poco más y se convierten nuestros escritos en ventanas hacia nuestro interior hacía saber que nos mueve y nos conmueve.

Y que esa parte que vemos de nosotros al traerla a la luz, puede ayudarnos a sanarla, a verla desde otra perspectiva, a que nuestra historia jamás contada se empiece a contar, y así sea a nosotros mismos, también nos permite saber como va nuestra propia evolución, las caídas que nos han dolido tanto, las victorias que nos muestran de lo que somos capaces y todo aquello que nos impulsa a ir por más.

Volvernos a leer, vernos a través del espejo de las palabras, crecer poco a poco en el papel (o en la pantalla), y descubrir que cosas aun siguen ahí atoradas y que vez tras vez nos hacen sentir tristes o enojados o que la alegría se desborda y nos hace tomar decisiones desafortunadas.

Escribir es terapéutico, es revelador, es ese momento de conexión y tiempo para nosotros mismos, donde podemos no solo describir como vemos el mundo y lo que nos hace sentir, sino que podemos crear nuestro propio mundo y arroparnos en las letras que nos reconforten y nos transformen en lo que queremos ser.