He estado teniendo charlas sumamente interesantes con mi psicóloga y grafóloga favorita Denisse Rendón y me dijo algo que es super cierto, al escribir y plasmar algo de lo que somos en palabras nos vamos conociendo un poco más y se convierten nuestros escritos en ventanas hacia nuestro interior hacía saber que nos mueve y nos conmueve.
Y que esa parte que vemos de nosotros al traerla a la luz, puede ayudarnos a sanarla, a verla desde otra perspectiva, a que nuestra historia jamás contada se empiece a contar, y así sea a nosotros mismos, también nos permite saber como va nuestra propia evolución, las caídas que nos han dolido tanto, las victorias que nos muestran de lo que somos capaces y todo aquello que nos impulsa a ir por más.
Volvernos a leer, vernos a través del espejo de las palabras, crecer poco a poco en el papel (o en la pantalla), y descubrir que cosas aun siguen ahí atoradas y que vez tras vez nos hacen sentir tristes o enojados o que la alegría se desborda y nos hace tomar decisiones desafortunadas.
Escribir es terapéutico, es revelador, es ese momento de conexión y tiempo para nosotros mismos, donde podemos no solo describir como vemos el mundo y lo que nos hace sentir, sino que podemos crear nuestro propio mundo y arroparnos en las letras que nos reconforten y nos transformen en lo que queremos ser.
1 comentario:
Gracias por siempre apoyarme.
Eres un excelente amigo, autor, empresario, líder y mucho más ♥
Dios te bendice grandemente n_n
Te quiero.
Atte. Denisse Rendón
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