jueves, octubre 31, 2019

Y el preámbulo es el frío...

Noche de sacrificio, noche de olvido...

Sales a la calle, a cumplir con el último capricho de un día que si pudo ser más espectacular ni siquiera lo has notado, todo parece como parte de una historia de victoria, aderezada con algo de comedia, todos los sucesos encajan perfectamente en su lugar, así que sin demora te dispones a hacer el último encargo fuera...

Y te recibe un frío glacial, con un fuerte viento que podría cortar la piel, una noche distinta, hoy no hubo lluvia, sin embargo y a pesar de que no es tan tarde, hay un peculiar silencio, como si las cosas se hubieran apaciguado, como si el clímax de la historia se estuviera haciendo presente...

Faltan pocas horas para la cita inevitable, sacrificaremos Octubre en nombre de Noviembre, y con todo lo que ello implica, el dejar atrás tantas cosas que en un año nos hicieron daño, nos causaron angustia, nos dejaron abatidos... demasiados retos se hicieron presentes, muchos se superaron de manera extraordinaria, otros nos hicieron perder batallas...

Hoy en la cita que año con año se nos da, es momento de mirar hacia el horizonte con nuevos ojos, de despejar la bruma de las dudas y avanzar aun con miedo, de olvidar aquello que nos pesa y que nos hace más duro el camino, de sacrificar aquello que no vale la pena que siga en nuestras vidas, liberación, un nuevo comienzo...

Una noche tan fría, tan llena de símbolos, de realidades que se yuxtaponen unas con otras, donde tantas cosas convergen, esta noche, aproximándonos a la cita, la cita inevitable, al momento del sacrificio...

...noche de comenzar de nuevo.