Fugaz imaginación que habla de horizontes posibles, extraños, que te niegas un poco cada día por aferrarte a la inmutable realidad... respiro de la rutina incansable, elegida, fruto del esfuerzo sostenido y constante, un simple guiño de soledad de cercanía tan lejana, de cosas que puedes tocar pero al mismo tiempo no puedes, de miradas suspicaces, efímeras, eternas...
Atrapado en el mismo espacio temporal, tan cercano y ausente, en medio del ruido ensordecedor de un silencio creado, en un universo para dos, en unos minutos que se escapan como agua entre las manos, aire enrarecido de tensión, de posible inexistencia, exabrupto que no llega, una mano, una caricia de infinidad que es imposible, porque no sucede porque por mas cerca que este, está demasiado lejos...
Embriagado de ese aroma en particular, caes en la cuenta de que sigues ahí, aprendiendo de las derivaciones constantes de tantos universos, paralelos, perpendiculares... esperando una respuesta a la pregunta que aun no has formulado, encerrado en los tormentos de tu mente, liberado de las ataduras de tu cuerpo... constante, constante, constante...
Duplicado, mutante...