miércoles, diciembre 31, 2014

Rituales del final (inicio)

Vestidos de blanco, recitando en una antigua lengua, palabras que no alcanzas a entender, ejercicios de meditación, entre el fuego y el agua, la tierra y el viento... y así de pronto te descubres imitando a las masas sin rostro que simplemente hacen de un solo día mas, que a fuerza de repetirlo, es el más especial del año, que se va... y hasta la luna nos deleita con unos halos extraños, que decir estaba de mas, eran el año viejo y el año nuevo...

Porque nos acordamos del año en especial ahora, aquí, mientras se elevan al viento los globos de papel de seda, y fotografiamos en la playa los fuegos artificiales que marcan el momento en que recordamos que nuestro planeta ha dado una vuelta más al Sol... aunque cosmológicamente hablando cualquier día del calendario solar gregoriano se corresponde con el del año anterior en cuanto a su posición en el sistema solar...

A fuerza de repetirlo, en el mundo occidental, empieza otro año y es momento de rememorar, de reflexionar lo que se hizo, se logró, y empezar a planear (en propósitos) lo que se hará, se logrará y se conseguirá el año que empieza en unos segundos... en el imaginario colectivo algo cambia (y parece que por fuerza) en el Universo algo cambio...

¿Nos llevará más lejos? ¿Habrá un retroceso? ¿Nos llevará a algún lado? Y así nos cuestionamos el incierto Futuro, dándole por hoy, por ahora la espalda al pasado, en una pira que se lleva todo aquello que ya no nos hace falta (al menos en nuestra mente)... y así en un día que no tiene nada de especial, aunque lo tiene todo y se sella con abrazos (a todos los desconocidos que hay cerca), en la playa, a la orilla del mar, un ritual más... ¡Feliz Año Nuevo!

martes, diciembre 30, 2014

Mystery 23...

Y me descubro pensando en ti, con una ráfaga de locuras atravesando mi mente... incubando el deseo vehemente de perderme entre tus brazos en destellos de deseo y rechazo, de esa extraña manera con la que me robaste un beso y en una arriesgada apuesta lo perdí todo, y me gané un sueño del que no quiero despertar...

En la incertidumbre de tu olvido, haciendo una reseña ‘light’ de esos momentos increíbles donde creí que mi mente jugaba conmigo, donde confesaba que era mi máximo deseo, que era tan simple y tan cierto que no lo quise y quise más que a nada... hilando la trama de la historia más inverosímil y más verdadera, tan extraña y con ese final bizarro que se cuenta en público guardando el secreto por siempre...

Alejándome más de ti porque el destino es caprichoso y justo ahora que te sentí más cerca debo estar más lejos para saber si es cierto que mi mente pierde la razón por ti, o tan solo has sido el espejismo de una noche de insomnio que castiga mis silencios con tus recuerdos, mis manos con el tacto de tu piel... y mis labios que destellaron con miel de oro tan peligrosa, sutil y atrevida, que hizo mi corazón latir otra vez...

Esos latidos nuevos que amenazan con trastocar mi realidad con deshacer mis destellos de lucidez diluyéndose en tu mirada ingrata, poderosa y tímida... en tus manos que tomaron por asalto mi piel inadvertida... en tus labios que me quitaron las fuerzas, terminando en este sueño que deja la historia inconclusa tentándonos a regresar para continuarla...

lunes, diciembre 08, 2014

A ti...

Miro al espejo y veo la marca que dejaste en mi rostro, para recordar que hay cosas que nunca se podrán cambiar... pero que también hay cosas que por más que nos aferremos a ellas terminarán desvaneciéndose... por qué no podemos negar que tarde o temprano todo llega al final...


Una mañana color gris acero, que fríamente recuerda que el invierno está por comenzar, y que será muy frío, quizá tal como debe ser... viendo como una parte de mí se desmorona ante la certidumbre de lo que pasará, porque hay cosas que podemos hacer y que las cosas sigan tal cual... pero hay cosas que una vez que se hacen terminan por hacer cambiar todo... y casi veo esa rosa en su plenitud que acaba consumiéndose porque un frío inevitable pasa su factura...


A ti, que me mostraste una parte que me gustó de mí, que hallaba una calidez inusitada en mi pecho, un cosquilleo constante en mi estómago, entereza en mis manos, seguridad en los latidos incesantes de mi corazón... hacías mi vida más linda, le otorgabas luz a los momentos de oscuridad y podía compartir contigo todo aquello que ya estaba ahí, solo que antes no tenía mucho sentido... porque a través de tu mirada inquieta, inquisitiva, inclemente, inesperada, asustada, todo el mundo parecía tan pequeño como tus ojos y sin embargo, tan grande como el calor de tus manitas sobre mí...


Aprendí en el silencio y la quietud, a observar que el tiempo transcurria mas rápido o mas lento según lo quisieramos, segun lo que ese día habría de mostrarnos, tanto si era tras cuatro paredes en la gran ciudad o lejos muy lejos de aqui con solo el mar como telón de fondo... aprendí hasta a perder mis anteojos sabiendo que no importaba que no viera las cosas con claridad, estabas ahi y por eso era el lugar correcto...


Locuras y momentos extraños, tensos, terribles como la gran oscuridad, desde donde podía ver que la luz es mucho mas profunda y estremecedora, donde devanaba mis pensamientos cortados y aderezados por los tuyos, porque no había un fin posible, porque en tu desacuerdo encontré formas mas dulces (y también mas crueles) de ver el mundo alrededor... por que no siempre es tan redondo o como uno cree...


Pasó el tiempo y transformó la realidad desde mañanas tan frías en marzo donde las parejas se intercambiaron, hasta una madrugada de diciembre donde el límite máximo se rompió... dejando las cadenas a la luz de la luna, pagando con una gota color carmesí una simple verdad que hay seres que son demasiado libres para retenerlos por siempre, que a veces no hay explicaciones que alcancen... que aunque la tristeza junto con el frío invadan y maten una parte de mí, siempre tendré una parte de ti...