lunes, diciembre 08, 2014

A ti...

Miro al espejo y veo la marca que dejaste en mi rostro, para recordar que hay cosas que nunca se podrán cambiar... pero que también hay cosas que por más que nos aferremos a ellas terminarán desvaneciéndose... por qué no podemos negar que tarde o temprano todo llega al final...


Una mañana color gris acero, que fríamente recuerda que el invierno está por comenzar, y que será muy frío, quizá tal como debe ser... viendo como una parte de mí se desmorona ante la certidumbre de lo que pasará, porque hay cosas que podemos hacer y que las cosas sigan tal cual... pero hay cosas que una vez que se hacen terminan por hacer cambiar todo... y casi veo esa rosa en su plenitud que acaba consumiéndose porque un frío inevitable pasa su factura...


A ti, que me mostraste una parte que me gustó de mí, que hallaba una calidez inusitada en mi pecho, un cosquilleo constante en mi estómago, entereza en mis manos, seguridad en los latidos incesantes de mi corazón... hacías mi vida más linda, le otorgabas luz a los momentos de oscuridad y podía compartir contigo todo aquello que ya estaba ahí, solo que antes no tenía mucho sentido... porque a través de tu mirada inquieta, inquisitiva, inclemente, inesperada, asustada, todo el mundo parecía tan pequeño como tus ojos y sin embargo, tan grande como el calor de tus manitas sobre mí...


Aprendí en el silencio y la quietud, a observar que el tiempo transcurria mas rápido o mas lento según lo quisieramos, segun lo que ese día habría de mostrarnos, tanto si era tras cuatro paredes en la gran ciudad o lejos muy lejos de aqui con solo el mar como telón de fondo... aprendí hasta a perder mis anteojos sabiendo que no importaba que no viera las cosas con claridad, estabas ahi y por eso era el lugar correcto...


Locuras y momentos extraños, tensos, terribles como la gran oscuridad, desde donde podía ver que la luz es mucho mas profunda y estremecedora, donde devanaba mis pensamientos cortados y aderezados por los tuyos, porque no había un fin posible, porque en tu desacuerdo encontré formas mas dulces (y también mas crueles) de ver el mundo alrededor... por que no siempre es tan redondo o como uno cree...


Pasó el tiempo y transformó la realidad desde mañanas tan frías en marzo donde las parejas se intercambiaron, hasta una madrugada de diciembre donde el límite máximo se rompió... dejando las cadenas a la luz de la luna, pagando con una gota color carmesí una simple verdad que hay seres que son demasiado libres para retenerlos por siempre, que a veces no hay explicaciones que alcancen... que aunque la tristeza junto con el frío invadan y maten una parte de mí, siempre tendré una parte de ti...

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