viernes, marzo 03, 2017

Una historia dentro de otra...

Una tenue cortina de lluvia, enmarcando un bello crepúsculo, ese aroma tan peculiar de la tierra mojada mezclado con los ruidos de la Ciudad... las luces que comienzan a aparecer mientras la oscuridad de la noche comienza a cernirse... entre mil pensamientos contradictorios, unos de luz y otros de oscuridad, entre las palabras efímeras que terminaron siendo mas constantes que el tiempo... entre esta historia y la tuya, la nuestra, la de ustedes...

Contando unos segundos de instantes eternos, un silencio que no es tal, esas sombras que la oscuridad difumina, esos velos que no me dejan ver más allá, solo tu silueta, obra perfecta de mi imaginación, una soledad por duplicado, mientras esas palabras y secretos se intercambian a lo lejos, y me llegan sus susurros, de un tiempo ignoto donde historias paralelas terminan siendo concéntricas...

Mientras el viento rebelde y aprisionado, acaricia mis brazos... termina en tu recuerdo... mientras miradas extrañas dibujan lo que hacemos... escrito en un papel... mientras los testigos se multiplican como espectadores de eso que se cuenta mientras esta sucediendo... tu mirada y la suya... mientras la obra se desarrolla, a veces lenta, a veces en 48 horas, a veces demasiado rápida... un gran perro de peluche... mientras las revistas se apilan y las flores fenecen...

Esas descargas de electricidad, esa melodía que atraviesa nuestros cuerpos, en tan distintos espacios en mas mentes de las que la sociedad puede entender... inventado el hilo negro en oleadas de pasión de tantos colores distintos, cuando uno mas uno es simplemente igual a tres... donde las zonas oscuras comparten espacios con la luz, donde se refractan los sentidos, estás de pie o de cabeza...

Aroma cítrico que inunda mi ser... ese carácter tan fuerte... dulzura diluyéndose en falanges tan grandes y fuertes... esa estatura coincidente... calor de hogar compartido y seductor, una extraña familiaridad... esa forma de ira sublime... besos de terciopelo encontrando cada recoveco... esas mordidas atrevidas... miradas que se bifurcan en distintas direcciones... que convergen...

Límites del espacio físico que me devuelven a la realidad instantánea, cuatro paredes testigos mudos, sonidos que se eligen y otros que se cuelan, soledad que sabe a compañía, mis letras... tú o... tú... su historia en la mía, o la mía contando la suya... una historia dentro de otra... 

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