IdlM

Imagíname contando los pasos que nos separan cuando,
voy en tu dirección, dispuesto a encontrarte
ansioso por verme en tus ojos, por compartir esos momentos
nunca iguales, irrepetibles y extraordinarios.

Vibra el aire a mi alrededor contando los recuerdos cuando
abría los ojos y eras la primera imagen cada día
zambulléndome de nuevo en el sueño
que era despertar cada día con la luz de tu mirada
única e inigualable y pensar en ello todo el día
embelesado al caer la noche esperando el sonido de tus
zapatos cruzando el umbral, cada día cerrando con broche de oro.

Enterado de los sucesos del día sin que me quitaran el 
sueño, solo soñaría a tu lado al compás de tus latidos, tu
pausada respiración, entregándome a este
indómito deseo de abrazarte sin tener que separarnos,
nutriéndome de esa esperanza incansable, en la 
oscuridad resplandeciente de todas y cada una de tus
zonas inexploradas, con un tacto imperceptible
abarcando toda tu piel.

Desde aquí donde compartimos tanto,
extrañando esos días.

La presencia infinita que dejaste y así
ofuscado por el rastro de tu aroma que
sin cesar me arropa y me atrapa para ti.

Mirando el horizonte, preguntándome cosas sin
obtener respuesta. ¿Dónde estas ahora? ¿Cómo
no extrañarte? ¿Cómo detener la vorágine del 
tiempo sin ti? Y en todas estas elucubraciones te
encuentro, como el recuerdo dorado que
raudo me devuelve la sonrisa como un 
oasis en medio del desierto, donde con gusto me perdería a tu lado
sin pensarlo, solos tú y yo...