miércoles, febrero 03, 2010

Retrato de un trayecto...

Y estaba ahi convocado de nuevo a volver a casa... después de una tarde muy peculiar, después de que algunos ciclos llegasen a su necesario fin e iniciaran nuevos con muchas cosas mas por hacer... después de una película que reta al esceptisismo, que aunque se encuentra en nuestra naturaleza muchas veces queremos creer un poco mas allá...

Mil historias podrian ser contadas de ese lugar, que mira hacia una calle oscura y hacia un horizonte creativo... tan cerca y tan lejos... y de pronto estabas ahí como una visión mas en esta noche nublada, con una cortina de lluvia a tus espaldas... y de pronto estabas ahí... y yo casi al lado de ti...

La luz ahora era azul, y creo que bajo esa luz todo tiene un matiz distinto, y en ese amplio y reducido espacio, elegimos lugares mas que convenientes, mas que separados... y elegí el lugar de privilegio (1 de 2) para mí y tú simplemente elegiste el otro (2 de 2)... con el frío impregnando el ambiente, y la humedad casi palpable, ambos, aunque solo eramos desconocidos, coincidiendo por ahí...

Te miré como la personificación de la belleza imperturbable, tú solo mirabas hacia tu regazo... y no podía apartar mi mirada de ti, y tan solo bastaba con girar un poco la cabeza hacia la derecha, y estabas ahí con tu expresión imperterrita y curiosa, porque no una sola vez descubrí tu mirada de reojo, hacia ese extraño desconocido que buscaba una excusa para no mirarte solamente, para dejar de clavar la mirada en ti...

Iluminación tenue que hacia juego con la noche oscura, que contrastaba con tu blanca blusa, que reflejaba la poca luz que habia ahí... reflejada en tu rostro que no podré olvidar facilmente, que se grabo como por un cincel en mi mente... que ahora mismo dibujo en el aire mientras escribo, que ahora mismo me cuesta imaginar que no fue un espejismo, que ahora mismo siento en el dulce sabor de boca que me dejo el contemplarte, durante un poco de tiempo, que fue simplemente bello...

Me pregunto como describirte y conservar la magia de tu rostro que hizo del trayecto algo demasiado corto y demasiado facil... como plasmar con palabras finitas la bellamente infinita textura de tu piel... cada uno de tus rasgos como esculpido por un inigualable artista... tu mirada, que parecia guardaba un misterio que invitaba a conocerlo... tus labios de un carmín natural, demasiado tentadores, demasiado lejanos... tu tez tan clara, tu cabello tan negro, que descansaba en tus hombros como un dulce manto, que se agitaba al viento como delicados hilos de seda, que delineaba tu rostro y resguardaba su luz...

Cerraste los ojos, quiza te abrume con mi mirada impaciente, con mi deseo de acercarme y acariciar tu piel, o quiza tambien fue el pretexto para no mirar hacia mí, para no delatarte... y te veias apaciblemente dormida, ajena a lo que ocurria a tu alrededor, y quiza lo imagine o fue cierto, pero de vez en cuando veia un poco de tus ojos mirando hacia tu izquierda y encontrando los mios un instante, quiza esperando que deshiciera la distancia entre nosotros y quiza preguntara tu nombre...

Y llego el momento en que te habías que ir, y de pronto giraste para verme por ultima vez, mientras te seguia con la mirada ahora mucho mas impaciente, pretendiendo alcanzarte, pero al mismo tiempo sin moverme un apice... para que fueras aun una desconocida sin nombre, con una belleza sobresaliente, con una piel perfecta, una mirada cautivadora, unos labios tentadores, un cuerpo de ensueño... sin nombre y eterna en mi pensamiento...

Mas adelante ahora solo me quedaba apurar los pasos que me acercaban cada vez mas a mi hogar... deseando terminarme las letras del alfabeto para hacerte un tributo... o simplemente intentar escribiendo en trazos al compás de la lluvia que no deja de caer, en la oscuridad semi absoluta, bajo una luz azul... un incipente retrato, de un simple trayecto, que te dibujo en mí...

No hay comentarios.: