miércoles, febrero 04, 2015

Entre rostros e imágenes injustas

Ahora parece que las redes sociales son el mejor espejo donde podemos darnos cuenta de aquellos elementos finos de la percepción de los demás hacía uno mismo... es interesante como actuamos por lo que queremos provocar en los otros, y los otros juzgan simplemente por la apariencia de las cosas (de las cosas que nos “hacen” hacer a uno) si acaso existe un impacto real o simplemente no fue nada...

Y el suceso que personalmente me impactó es que una vez dije que solo coleccionaba números, que en alguna ocasión llamé ‘nombres’, pero nunca dejaron de ser simples, fríos y desalmados números... y ahora después de que libre una gran batalla y la perdí en un Juego de Palabras que me llevo a tener #FB (así como lo escribiría en Twitter), me doy cuenta de que a veces los números son lo único que importa...

Soy un número de usuario (o dirá la página ‘nombre de usuario’) que simplemente ahora mido mi ‘éxito’ social a través de los ingratos números de una de las redes sociales entre los primeros números del mundo... llamándolos por su nombre ‘likes’, así que vayamos al grano, subí (o subimos) la foto de mi rostro (con un casco azul), foto que no hice yo, y recibió muchos likes, al menos más de 25 son increíblemente muchísimos en mi pequeño mundo (paradójicamente con miles de ‘amigos’=números) y llego a creer que una foto de mi cuerpo, sin rostro, hecha por mí mismo puede ganar tantos likes o más que la primera...

O decepción, si fueron 7 fueron muchos, entonces descubro, ahondando un poco más en el pasado, cuando lo que importaba de cierta manera eran las calificaciones (números) que alguien viejo y sabio me dijo: “tienes una mirada poderosa”... creo que al final mi rostro, que ciertamente no es demasiado particular, es más apreciado que mi cuerpo (que aunque tampoco tiene nada de particular me parece más bello [y tentador])... al final creo, entre el asombro y la incredulidad, que es mi cara... mi rostro... mi mirada...

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