Inspiración al desnudo

De pronto caes en la cuenta de que la vida nos la llenamos de complejidades, agregando cada vez más detalles a todas las cosas, inundándonos de opciones interminables, añadiendo, adornando, haciendo más difícil las cosas que no lo son tanto...

Cuando hay cosas con tan poco adorno, tan simples, tan sencillas que simplemente dan paso a la más pura inspiración, inspiración sin complejidades... inspiración al desnudo... donde cada palabra significa exactamente eso, donde las metáforas sobran, las alegorías son innecesarias y la belleza simplemente está ahí para ser contemplada...

Ese cielo azul con algunas nubes blancas para cerrar el cuadro, con un brillante sol iluminando el pasto que crece sin prisa, arboles aportando sombra, flores de múltiples colores y exquisitos aromas... naturaleza simple, bella adornándose a sí misma, al desnudo...

Seres humanos, uno mismo, líneas rectas, curvas, naturales, un espejo, sin cubiertas, existiendo al compás de la respiración que lenta e inexorablemente le aporta vida, esa piel cubierta de vello, a veces profuso, a veces ausente... en partes más suave, en partes más áspera, existiendo como un todo que es bello simplemente así, huesos, musculo, piel, natural, bello en toda su extensión, bello al desnudo...

Ideas simples, directas, que pueden tener pero no requieren más explicación, que en pocas palabras dicen exactamente lo que quieren decir, sin complejidades, ideas al desnudo...

Si tan solo dejáramos que todo fluyera con su ritmo natural, despejando nuestra mente de la infinidad de telarañas que nos dijeron que teníamos que tejer, para encajar en el mundo, un mundo que en realidad desnudo es mejor, que no requiere de toda la tecnología que hemos creado porque simple y sencillo sigue girando...