Empiezo a pensar en el problema primario de una democracia, donde nos han dicho que la voz de la mayoría es la que es escuchada… y aunque tiene sus puntos positivos, de pronto hace que las voces impopulares por mucho que tengan razón, prácticamente son obligadas a callar…
Y entonces el problema se empieza a expandir a cualquier círculo donde hay opiniones en común, que aunque no del todo sean convenientes, tienden a opacar o soslayar opiniones que pudieran ser ligeramente más útiles…
Claro que no se puede, en muchos casos, hablar en sentido absoluto acerca de lo que es o no razonable, ya que siempre, dependiendo del punto de vista particular de cada uno, habrá cosas que nos parezcan buenas o malas…
El punto es que muchas veces se tiene miedo de expresar una opinión que aun no ha sido aprobada por la mayoría y es ahí donde podemos, y solemos, caer en el conformismo simplemente por ser coaccionados por la mayoría a ‘aceptar’ su criterio…
Hasta en formas sutiles de opresión, a veces, la mayoría las acepta y no permiten que algunas voces en contra, aun por el bien común, sean escuchadas y no solo eso sino que la mayoría tiende a reprobar el expresar una opinión que, bien razonada, puede contribuir de forma positiva a un grupo…
Y sí, quizás mi voz solo es una, pero está dicha… y creo que todos deberíamos empezar a decir lo que pensamos aunque la mayoría tienda a callar… talvez así podamos cambiar y llegar a ser una mayoría distinta, no?...
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