Estaba en una especie de dilema cuando me preguntaron como iba a conseguir el alcance necesario para que mi nuevo proyecto tuviera el éxito proyectado (que ya con elementos que no se habían considerado, esa proyección es pequeña).
Ese dilema era que pasa si mi mercado no rinde como yo pienso que debería rendir, la respuesta surgió espontáneamente como: ¿y si exploro un nuevo mercado?
¿Cuántas veces solo pensamos en las relaciones que ya tenemos, en el mercado que ya conocemos, en la ciudad donde vivimos? Reconozco que he tenido un gran crecimiento, invertido mucho tiempo, esfuerzo y dinero en adquirir y perfeccionar habilidades pero me he quedado en el mismo lugar.
¿Y que ocurrió? Que de pronto ocupo todo el espacio y ya estoy incómodo porque no puedo crecer más, entonces tengo que buscar expandir, mirar horizontes que no he visto antes, como cuento en mi segundo libro (aun no publicado) la primera vez que vi como me podía expandir fue en mi primer viaje a Río de Janeiro, solo que últimamente me he enfocado tanto en como es mi vida y que más puedo alcanzar, que no he visto muchas nuevas opciones que se abren ante mí.
Expande tu mente, tus horizontes, tu círculo de influencia, expande tus opciones, el nivel de riesgo que vas a tomar, expande tu amor propio y el amor hacia otros. Solo se requiere de una decisión, salir de la zona de confort para encontrar la zona de expansión.
Al observar el pasar de los días, en modo intencional, descubro un nuevo yo cada día, capaz de dar más, de aprender más, de ser un mejor ser humano y poder compartir con otros todo lo que aprendo. Porque si el universo siempre ha estado en expansión, también nosotros debemos hacer nuestra parte.
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