Hoy si estoy molido, me levanté temprano, asistí al club de lectura, organicé pendientes y después fui a cumplir una cita con un inversionista, fue todo un súper tour por toda la ciudad, luego bancos, luego casas de cambio, pasar a pagar algunas cosas, hablar con un amigo que no sabe que hacer con su vida y finalmente regresar a casa, relajarme un poco y después tomar una mentoría que duró 2 horas y media.
Definitivamente fue un día distinto, muy productivo, y hace mucho no me sentía tan exhausto, sin embargo, estoy muy contento, y todo esto en la antesala de un retiro de una semana que promete ser aún más exhaustivo, ya les estaré platicando.
Contento porque sé que puedo hacer muchas cosas, tener muchos logros, reflexionar, escribir (claro aunque hoy no habrá podcast ni video en vivo), relajarme un poco y seguramente dormiré increíblemente bien. Son esos días donde lo das todo, donde sabes que por difícil o retador que fuera puedes con eso y más.
Y por supuesto que aprendí cientos de cosas, me quedo satisfecho del deber cumplido, de haberme demostrado hoy de lo que soy capaz y de que siempre puedo y con ello me doy cuenta de que todos podemos dar más, solo hay que entender que nos mueve y créeme con eso somos imparables.
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