viernes, diciembre 25, 2020

Crónica de la soledad anunciada

Este año definitivamente ha sido muy diferente, aunque en algunos aspectos muy similar a los anteriores, sabía desde ayer que ya muchas promesas, alternativas, sugerencias y demás cosas que me habían hecho no se cumplirían, que la naturaleza humana siempre ha sido la misma y aunque un año atípico en todos los sentidos, seguimos conservando nuestra esencia finalmente.

Ansiaba este día, porque podría descansar al fin, de pronto me había insertado en una vorágine de trabajar sin parar (claro que hice un podcast de ello) y eso había hecho que pusiera en pausa muchas cosas. Lo bonito de diciembre es que la consciencia colectiva está muy concentrada en los rituales y la noche de ayer pude disfrutar de la calma y la mañana (bueno ya tarde) de hoy puedo retomar ciertas cosas.

Si este post es un poco inconexo, y si me pongo a explicar cada detalle no terminaría nunca, pero los puntos que quiero rescatar del día de hoy son los siguientes:
1. Siempre habrá planes que no resultan como los habías previsto.
2. Las personas tienden a olvidar sus promesas.
3. Hay muchas alternativas de solución a los problemas.
4. El punto es estar cómodo con las decisiones y sacarles el máximo provecho.

Definitivamente este post no tiene ningún orden, es como el día de hoy, eso pasa cuando despiertas a las 10am sin mucho que hacer y con ideas infinitas en la mente, con deseos extraños porque aunque diferente este año quiero que sea como los pasados.

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