Es super interesante como en tantas películas vemos como siempre hay muchos sistemas, sobre todo en las de acción, para que todo se autodestruya con un botón, y que algunos remarcan lo absurdo de tal situación, porque siempre es necesario que las cosas se terminen destruyendo, pero bueno siempre le da un toque de adrenalina a las situaciones.
Reflexionando mucho en las decisiones, en los momentos que últimamente acontecen, en los cambios del espacio, creo que muchos de nosotros también tenemos ese botón instalado o en formas de seres que no nos hacen bien del todo y que en ocasiones los mantenemos lo suficientemente cerca como para crear explosiones nucleares que puede que no nos maten pero empiezo a cuestionar que nos hagan más fuertes.
Vuelvo a escuchar una y otra vez la conversación en mi mente, pienso en como hay quienes ven el mundo de forma tan limitada, que literal se casan con una historia y aunque les sale muy bien, no pueden escapar de ese teatro de vida que han creado, y a pesar de mi forma de pensamiento a veces me encuentro como uno más de esos actores.
Siento que es como una señal y hora de tomar decisiones que traigan un nuevo equilibrio a mi vida, escoger entre tantas opciones, no por limitarme, sino para tener un punto claro de partida, he dejado que cambies demasiadas cosas, que te mantengas presente querido botón de autodestrucción, pero creo que para la creación que sigue no necesito destruir todo lo construido.
Me dijiste que tenía que olvidar y soltar para poder fluir, fue como verme al espejo y hablarme, y creo que es el tiempo, claro a veces me deshago poco a poco de las espinas que me causan dolor, sufro poco a poco, es una manía pero mejor sentir el dolor de la larga agonía que no me matará tampoco esta vez, pero ahora no habrá explosión, le decimos adiós a la autodestrucción.
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