Después de una sesión estratégica súper interesante con mi cliente, me quedé reflexionando largo y tendido acerca de como abordamos la vida, porque no solo en las organizaciones se comete el error de pensar solo en el corto plazo.
Cuando no tenemos un propósito de vida claro y bien definido entorno a nuestros valores, ocurre que comenzamos a tomar decisiones basadas únicamente en lo que serán los resultados que podemos obtener de inmediato. Como esa pantalla de 70" que compraste en el Buen Fin. Aquello que nos produce gratificación instantánea puede más que aquello que se considera una inversión a futuro.
Uno de mis grandes amigos sufría ese dilema y claro como la mayoría de los colaboradores noveles, con un ingreso muy superior a lo que tenían como estudiantes, comenzó a llenar su tiempo libre de frenesí de compras, de todo aquello que antes no se podía permitir y claro de ropa para ocasiones futuras especiales, artículos "necesarios" para su comodidad y claro que dos o tres pantallas para cubrir las paredes de las habitaciones.
Por supuesto que comprar no tiene nada de malo y es bueno invertir en cosas para nosotros (por ejemplo esto es una maravilla), sin embargo, muchas veces esas decisiones no están en línea con lo que nos traerá beneficios a largo plazo. Poder invertir esos recursos en educación, mejoramiento personal, salud, no solo en entretenimiento y dispositivos capaces de entretenernos.
Alerta de que empiezo a filosofar, porque también hablaba con uno de mis colegas y decía que necesita otro servicio de streaming para poder ver más películas ya que Netflix se quedó corto en su catálogo de opciones. En eso me pregunto que estuve haciendo tanto tiempo que no veía Netflix en más de un mes... pues invirtiendo tiempo en mi desarrollo, en mis proyectos de negocio, en adquirir y mejorar habilidades, en compartir contenido de valor, ayudar a otros a alcanzar sus metas y un largo etcétera.
Hay que buscar un equilibrio (a propósito este libro es extraordinario para ello) y poder si disfrutar de gastar y entretenernos pero sin exceso y apartar tiempo para apuntalar los proyectos que nos puedan dar la calidad de vida que estamos buscando.
Me decía mi amigo finalmente que ahora que algunas circunstancias cambiaron que no siente real satisfacción en todas sus compras (muchas de las cuales no usa) y que ahora se pregunta que pudo haber hecho mejor en ese respecto (como si no me hubiera tenido a mí para darle mejores consejos). Solo debemos hacer consciencia y pensar, si es que queremos disfrutar todo lo que nos resta de vida, que es mejor no solo ahora sino para los siguientes 5, 10 , 15, 20 años (por lo menos para los siguientes 2).
Se los dejo de tarea. Dejen sus comentarios!
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