De repente suceden cosas que por pequeñas omisiones normales detienen el flujo natural de las cosas, y en ese momento donde aún faltaban 20 minutos para que abrieran el sistema de transporte, no quedo otra cosa que hacer más que hacer un alto y reflexionar acerca de la vida y las cosas que nos suceden.
El quid de todas las cuestiones siempre es como reaccionas ante los sucesos inesperados, muchas personas se enojan y comienzan a mostrar un comportamiento violento, otras simplemente no se pueden detener y buscan cualquier alternativa posible, otras se resignan y simplemente aceptan su situación y algunas ven como sacar el mayor provecho ante lo inevitable.
Aunque no tenemos el control de todas las cosas que nos acontecen en el camino, siempre tenemos el control acerca de lo que haremos con esos eventos. Son las decisiones que tomamos en ese momento las que nos definen y permiten continuar con lo nuestro.
Podemos encontrar verdadera paz si somos conscientes de que lo de verdad marca la diferencia son nuestras elecciones, nuestra habilidad de adaptarnos y de poder mantener la calma, no reaccionar ante las emociones y ser proactivos en nuestro actuar. Una herramienta sumamente útil es el mindfulness que nos ayuda a manejar nuestras emociones y poder ser más efectivos en aquello que decidimos.
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