La gratitud es un valor único que nos permite alcanzar la felicidad de forma inmediata. ¿Y cómo es que teniendo una herramienta así, la mayoría de la gente vive infeliz? Es muy simple y tal como lo anotaba mi maestra de Química I: tendemos a dar por hecho lo que es obvio y esta a nuestro alrededor, justo como la química, siempre está ahí respiramos, comemos y transpiramos química y sin embargo, la mayoría la da por sentada (y algunos hasta reprueban la materia en la escuela).
Entonces permitimos que nuestros pensamientos se enfoquen en aquello que nos hace falta, lo que creemos que necesitamos, lo que en nuestras necias comparaciones no tenemos y otros si. Caemos en la trampa y en el juego del "superar" a los otros, en el vacío que nos deja el querer siempre tener más y no estar del todo satisfechos con lo que ya tenemos.
Por lo tanto prueba comenzar el día pensando en aquello que si tienes, un techo sobre tu cabeza, un lugar donde dormir, agua caliente con la cual bañarte, un teléfono que tiene más funciones de las que a veces llegamos a necesitar, y un sin fin de pequeños y grandes detalles que hacen que tengamos una gran vida.
Y ese es nuestro pasaporte directo a la felicidad, cuando pones tu mente y mejor si haces una lista cada día de aquello que tienes que agradecer (diría una de mis grandes mentoras que hasta aquello que tienes que pagar por el privilegio de poder hacerlo) entonces te das cuenta de que puedes sentirte feliz por todas las bendiciones con las que ya cuentas.
Siendo así ya puedes abordar la vida desde una posición de poder, que no tiene porque ser comparada con la de otros, y de esta manera trabajar en construir los sueños y metas que aun nos hacen falta pero siempre tomando en cuenta que ya tenemos lo necesario y que todo lo que necesitas se encuentra dentro de ti ahora.
Y si necesitas un poco de palabras de aliento, escucha esto te hará sentir bien.
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