Esa fina copa de cristal

Noviembre dulce noviembre ha llegado, y miro ese tono rojizo tan característico de una mis bebidas favoritas, en el escenario más inverosímil y que últimamente se ha vuelto tan familiar, empezando un mes más, el que siempre me deja mas huella, y mientras degusto ese exquisito vino, en una exquisita copa, en un exquisito lugar, me pregunto como es que todo ha llegado hasta este lugar...

Han pasado tantos meses, de este año tan caótico, tan distinto, con tantos momentos inolvidables, con tantos "intentos fallidos", simplemente dejándome sin aliento para disfrutar una vista desde las alturas, en países nuevos, conociendo historias de gran experiencia, buscando esos contactos en la lejanía del encierro, creando entre cuatro paredes, escribiendo, grabando...

Y este punto particular del tiempo, donde todo se comienza a delinear, donde los cambios fueron inevitables, donde buscamos como escapar a circunstancias complicadas, ideas disparatadas, estabilidad que se escapa entre nuestros dedos.

Siento el beso tan cálido del vino, acaso inesperado, acaso provocado, acaso todas las cosas tenían que ser de este modo, acaso este momento del tiempo ya había sido escrito sin que me diera cuenta, acaso este espejo que me mira inquieto me invita al otro lado.

Dulce copa que podrás contar al amanecer toda la historia, del líquido espeso y rojo que contienes y que de un último trago habremos de apurar...