jueves, noviembre 05, 2020

La diferencia estaba en la claridad

Y en ese momento llegaba la caballería. Esta frase siempre me ha parecido muy interesante ya que expresa que hay personas normales que lidian con problemas y cuando no logran superarlos hay que llamar a esos que vienen a caballo a salvarlos. Esas personas que por algún extraño juego del universo tienen más respuestas, más recursos o esa suerte fuera de serie que les permite lograr mucho más que la mayoría de los mortales.

A que viene todo esto a que estamos preparando una licitación para un proyecto que de concretarse sería el respiro definitivo que necesita la organización para seguir existiendo ahora si fuera de toda duda y como al parecer en todo el equipo normal no había tanta capacidad para ganar este concurso, hubo que llamar a la caballería.

Después de analizarlo largo rato, simplemente llegué a la conclusión que la caballería simplemente son personas que utilizan el primer hábito de la gente altamente efectiva, que es empezar con el fin en mente. Cuando tienes claro el resultado que estás buscando, cuando sabes exactamente que es, todo se alinea, fluye, es como magia.

Me recordó cuando iba a poner mi primer negocio, sabía que era lo que estaba buscando y el universo puso todas las piezas en el lugar adecuado, me conectó con las personas correctas y por más obstáculos que hubo en el camino, logré hacerlo. Porque lo tenía claro, sabía que quería y porque lo iba a hacer, lo demás era solo cuestión de tiempo.

Esa es simplemente la diferencia, porque ya no hay tantos soldados a caballo, solo aquellos que están montados en una claridad de propósito tan poderosa que son imparables. "Cuando un hombre sabe para donde va, el mundo entero se aparta para darle paso." – Bertrand Russell

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