viernes, noviembre 20, 2020

De esos códigos en twitter

Uno de los espacios seguros y públicos donde de pronto digo cosas que normalmente no diría en ninguna otra parte, porque a veces me parecen bastante graciosas pero poco políticamente correctas, es en twitter y hace poco los animé desde whatsapp a seguirme y claro que hubo nuevos seguidores (lo bueno de siempre agregar nuevos contactos a mi teléfono) pero aún así no pretendo cambiar mi estilo de tuitear, pero para aquellas mentes sensibles (que en la historia de whatsapp lo advertía claramente) quizá deba explicar un poco de que va lo que tuiteo.

La mayoría de las veces elijo algo para criticar (a los influencers, los tuitstars, personas que no cumplen ciertos estándares o que piensan diferente, si ya sé decirlo así me hace parecer horrible persona, una disculpa ávidos lectores es la explicación) y entonces hago tuits en ese sentido, pero no es en mala onda, quizá un poco de sarcasmo y crítica fácil, entretenimiento le llaman.

Luego, normalmente tuiteo cuando estoy como en el transporte público, ya saben porque redes sociales ilimitadas, y veo algo que me gusta o me disgusta o que me recuerda algo y lo tuiteo en código como para poder reírme de ello después (como si alguna vez volviera a leer mis tuits) o simplemente para no sonar tan básico, y sí, muchas veces para despistar al enemigo (aunque no lo crean tengo varios stalkers y a veces hay que darles señales cruzadas para que no me sigan la pista).

Tuiteo de pensamientos extraños, esas cosas descabelladas que no sé si deseo o simplemente fantaseo, como cuerpos perfectos, almas puras, amores imposibles, caricaturas hechas carne, personajes de libros que aun no he escrito o personajes de libros que otros han escrito, acerca de anhelos secretos, de poesías incompletas (que más se puede hacer en 280 caracteres), nada en particular y nada en general.

Y sin querer, queriendo, este ya parece un largo tuit, de esos que podrían tener todo el sentido del mundo o no tener sentido, vuelvo a filosofar, recuerdo cuando me enamoré por primera vez, siento como si estuviera enamorado y hasta se me enchina la piel, si el efecto Noviembre (acaso decía eso la Hermosa Dama), de este dulce muy dulce noviembre...

No hay comentarios.: