Siempre he creído que la comunicación siempre es esencial y la verdad yo vivo muchísimo en el mundo de las palabras y aunque de pronto si soy muy emocional en ciertas cosas, articular los pensamientos que quiero decir me resulta de cierto modo sencillo. En mi mundo ideal todo se podría resolver con unos 30 minutos de charla intencional, mucho más hablando de relaciones interpersonales.
Ahora el problema es que mi experiencia directa es que hay muchas personas que reaccionan a la emoción y lo último que quieren es hablarlo, ahora si en nuestra mente comenzamos solo a hablar con nosotros mismos es complicado romper con la inercia emocional, a menos que seas muy diestro en Mindfulness.
Hablar siempre es bueno y más aún cuando estás con una persona dispuesta a escuchar y a hacer el ejercicio opuesto de poder escuchar y dejar al otro hablar, al final los malentendidos siempre se pueden resolver, si tenemos claro que el objetivo es estar bien, es tener una relación bonita, el objetivo no es demostrar quien tiene razón, sino que cada quien con sus razones está bien y se puede estar creando sinergia.
Entonces, aunque sé que no siempre es sencillo, hay que hablar, dejar el ego de lado, las suposiciones y más hacer historias descabelladas en nuestra mente, todo se puede arreglar, siempre se puede avanzar y fluir, es por el bien común.
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