Lo mismo pasa si vas a conversar con una persona que te dicen que es inteligente, ahora tus expectativas son mucho mayores acerca de los temas y las opiniones que van a intercambiar, es más puede ser que lo que te diga lo aceptes solo porque tu creencia primaria era que es inteligente.
La creencia es lo que define como tratarás o pensarás de alguien que puede que no conozcas o que la primera impresión que te haya dado dejara una etiqueta en tu mente. Así vamos clasificando personas como iracundas, distraídas, impuntuales, mentirosas, de confianza, arrogantes, simpáticas, etc.
También existe una tendencia marcada a invalidar todas las virtudes de alguien en cuanto comete un error, otro ejemplo, he hecho cientos de posts sin faltas de ortografía, pero el día que hice uno con una, además se trataba de una palabra homófona y que pudo ser un error de dedo (porque algún genio puso en el teclado la b junto a la v), ese post me lo reclamaron varias personas y hasta captura de pantalla le tomaron.
No porque una falta de ortografía tenga la capacidad de definirme sino que hayan ignorado todo lo que estuvo bien solo porque un día como cualquier persona normal tuve una equivocación, ahora parece que soy el rey de las faltas ortográficas.
Y así vamos por la vida creando problemas, discusiones y etiquetando innecesariamente a otros, solo porque en algún punto les asignamos una identidad basada en nuestras propias creencias y que puede justamente que estén sesgadas o mal. Problemas de gente normal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario