¿Qué es lo que piensas? ¿Qué es lo que crees? ¿Qué me dirías si te digo que no eres normal para mí? ¿Cuántas veces piensas que estoy loco o fuera de lugar? Si describiéramos la vida el uno del otro, ¿sería igual para ambos?
Porque a pesar de parecer tan iguales somos tan diferentes. Porque de pronto vemos la vida desde perspectivas tan distintas. Donde uno puede ver un acto de amor el otro ve uno de codicia. Y personas que se cruzan en nuestras vidas a uno le parecen honestas y al otro oportunistas.
Y así vamos desgranando la vida, creando realidades diferentes, diciendo si algo es bueno o es malo, si algo parece al mismo tiempo demasiado importante e insignificante. Como si camináramos en lados opuestos de la acera y aunque ambos por la derecha, vamos paralelos, sin encontrarnos.
Asignándole colores a las cosas, perdiéndonos en la discusión de que si se ve blanco con dorado o negro con azul, tratando de explicar al otro que quizá su vista no está tan bien calibrada y casi que nos queremos prestar nuestros lentes para que veamos mejor.
Después de todo, aunque encuentres cuadrados mis momentos circulares, aunque lo morado lo veas azul, solo importa que tenemos ojos y miradas que aunque parecen tan distintas, al encontrarse se vuelven una sola.
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