Era enero de 2016, yo había ido a la reunión porque mi amiga me iba a invitar a comer, la sorpresa fue que conocí a un empresario que me desvelo un montón de dudas acerca de los negocios y que me brindó una perspectiva distinta del uso del dinero y de lo que realmente quería en la vida.
Gracias a ese empresario conocí a mi gran mentor de negocios, que en este momento me está ayudando a publicar mi tercer libro, que me impulso a poder formarme todos los días y a expandir mis horizontes que me llevaron a Brasil, Perú y Panamá. A conocer a más personas comprometidas con su desarrollo personal, habilidades profesionales y seguir sus más grandes sueños.
Ahora veo las cosas de forma distinta, puedo impactar a cientos de personas cada vez que estoy en un escenario, mi círculo de amigos ha cambiado, el poder para cambiar ciertas cosas en mi vida ha aumentado y entre más aprendo y aplico a más personas puedo ayudar.
Y justo hoy que estaba en una mentoría de negocios con un empresario millonario, que va a terminar en una colaboración a largo plazo, a generar proximidad con otros emprendedores con proyectos de largo alcance, en fin, hoy veía justo materializado mi sueño de trabajar hombro a hombro con empresarios millonarios y estar ya en la recta final para ser uno de ellos.
El camino no ha sido nada sencillo, días de trabajo interminable, inversiones fallidas, sociedades que no funcionaron, tener que empezar de cero al menos 3 veces y no saber en muchas ocasiones si todo el esfuerzo iba a valer la pena. Sin embargo, en perspectiva ha valido cada segundo y si me permitieran volver a elegir, volvería a elegir este camino.
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