Una vez uno de mis empleadores me dijo "ya haces un trabajo de excelencia, ahora busquemos la perfección". Probablemente coincidas conmigo de que la perfección no es algo que se alcanza ya que siempre podremos hacer mejor y mejor todas las cosas, lo que me encantó de lo que me dijo fue que la excelencia era ya parte de todo lo que hacía.
Hago eco de la frase de Aristóteles "Somos lo que hacemos constantemente, por lo tanto, la EXCELENCIA no es un acto, sino un hábito". Formar hábitos que fomenten el que hagamos todo con excelencia es lo que nos llevará a tener los resultados que muy pocas personas tienen.
¿Con quién preferirías trabajar? ¿Qué pareja sería mejor para ti? ¿Cómo sería tu grupo ideal de amigos? Para mí son las personas que se conducen con excelencia, cuyas acciones demuestran que tienen este hábito. Y para poder rodearte de ese tipo de personas, ya que atraemos lo que somos, es comportarnos con excelencia.
Probablemente al inicio te parezca tedioso o abrumador el poner mucha atención a los detalles, a dar lo mejor en cada actividad y hasta hacer más de lo que se espera de ti, pero créeme los resultados a largo plazo son extraordinarios. Comienzas a ver como hacer mejor todas las cosas y entre más mejoras más puedes mejorar y un día te vuelves el mejor y eres más valorado, las personas grandiosas se acercan a ti, ganas mucho más dinero, puedes elegir entre las mejores propuestas de pareja y casi que lo que quieras.
Atrévete a cultivar la excelencia en tu vida, a que seas alguien de excelencia, después de eso ya solo queda la perfección ;)
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