domingo, agosto 09, 2020

Haciendo que las cosas sucedan

Tocó hacer un trabajo en equipo esta semana, y debido a algunos errores de comunicación cuando se formaron los equipos me quedé equipo de los rezagados, todos aquellos despistados que no formaron su equipo y como sobraban lo tuvieron que formar entre ellos.

Lo interesante comenzó cuando ya que ninguno de los compañeros de infortunio daba el primer paso para decidir como íbamos a hacer el trabajo, decidí que debía ser yo quien diera el primer paso, recabando su información (nombre) y organizándonos en un grupo, a partir de ese momento me convertí sin querer en el líder del equipo.

En ese momento ya todos esperaban que dirigiera la operación, a pesar de que les había dicho que era una democracia y todos podían opinar u ofrecerse voluntarios para hacer la parte del trabajo que más les vibrara pues no, decidían esperar a que yo pusiera los lineamientos y les dijera literalmente que hacer.

Y el problema no paro ahí, quizá por sus obligaciones estaban distraídos, uno que otro que pensaba que el trabajo se haría para la próxima semana, y quien de plano no le gustaba seguir instrucciones y sus aportes primero distaban de ser lo que se le pedía y cuando se le decía que debía entregar se justificaba y defendía lo que estaba mal, a lo que los otros compañeros del equipo no decían nada.

Como líder impuesto (por la apatía del equipo de los rezagados) tuve que tomar las riendas, corregir lo deficiente, y hacer la versión final para la entrega (por que la mayoría del equipo lo sugirió), el resultado final no fue el óptimo, era mucho trabajo por corregir en muy poco tiempo (además el equipo me apuraba para ver en que momento quedaba el resultado final) y pues se hizo lo mejor posible con los recursos a mi disposición y el material que los compañeros habían trabajado.

Quedaron muy conformes con el resultado final, y me sentí satisfecho con mi desempeño, dándome cuenta del tipo de persona que fui en este ejercicio y como normalmente veo la vida, soy quien hace suceder las cosas, el otro tipo de personas es quienes esperan a que otros les digan que hacer, lo hacen de mala gana a regañadientes o simplemente apáticamente y esperan a ver que pasa.

Siempre podemos elegir, si tomamos la iniciativa para que los resultados de nuestra vida sean los que deseamos o esperamos a ver si por azares del destino nos llega un golpe de suerte que cambie nuestra vida ¿tú de que lado estás?

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