No soy pesimista, simplemente me baso en la estadística de cuántos propósitos se quedan como un muy buen deseo pero no se concretan al final del año... y creo que sucede porque esperamos que el Año Nuevo sea diferente, que algo cambie como por arte de magia, que las condiciones de pronto se alteren y eso haga que esta vez sí consigamos eso que nos proponemos.
El problema estriba en que esto no pasa, no por cambiar un número en el calendario las cosas van a suceder, porque el cambio (por muy trillada que se escuche esta expresión) comienza en uno mismo. No vas a bajar de peso, escribir un libro, dejar de fumar, viajar por el mundo, solo porque sea 2024, sino por las acciones continuadas, hábitos le llaman, que adquieras para hacerlo realidad.
Más que una lista de propósitos, se requiere de un plan de acción consistente que te lleve a concretar aquello que quieres (lo cual explico en el capítulo 13 del libro "Cómo Crece el Dinero"), este es el mejor momento para comenzar, para cambiar el pensamiento tradicional por uno que verdaderamente te deje satisfecho al finalizar este año.
Cuéntame que harás en @josuemejiamx para que esta vez tus propósitos salgan del papel y sean una realidad en tu vida.
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