Hoy me llegó una de esas revelaciones que cambia mi perspectiva de forma radical, si entendemos el éxito como, pequeñas cosas, extraordinariamente bien hechas y de manera constante, es el resultado del efecto compuesto que magistralmente nos ilustra Darren Hardy en el libro que lleva ese nombre, son los esfuerzos acumulados a lo largo del tiempo lo que produce un resultado sea para bien o para mal.
Entonces por eso entendemos que los hábitos positivos son los que nos conduce inevitablemente a la victoria, que la práctica hace al maestro y solo un entrenamiento consistente produce resultados tangibles en nuestra vida. El problema es que los hábitos, el entrenamiento y la práctica al ser repetitivos, se llega a dominarlos llevándonos al aburrimiento.
Una de nuestras motivaciones principales del ser humano es la de novedad, buscamos algo que nos sorprenda y emocione, entonces cuando hemos mantenido una rutina mucho tiempo queremos hacer algo distinto que nos presente otro panorama, interrumpiendo nuestros buenos hábitos y dejando que el progreso que hemos alcanzado se desvanezca.
Por ello lo que hará una diferencia en nuestros resultados y nivel de éxito es cuánto podemos lidiar con el aburrimiento y ejercer la disciplina necesaria para alcanzar los mejores resultados.
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