domingo, junio 04, 2006

Y caen...

Y no puedo evitarlo, porque es la única parte de mí que se quedo sin armadura, porque cuando alguien la toca en realidad duele, y no puedo detener la caida de mis lágrimas...

Existe dureza y frialdad en sus palabras, y sigo sin entender porque. Creo que esa es la gran razón, por lo cual me considero un completo fracaso, cada persona que aparece en mi vida para mí significa alguien de quien se puede aprender mucho, alguien a quien escuchar, alguien con quien construir una historia, pero siempre fallo, intento con todas (aunque sean pocas) las virtudes que pueda tener lograr conseguir amigos. Aunque una vez alguien me dijo que era muy cuadrado por lo de el número reducido, pero es que así es menos doloroso, solo quisiera encontrar el secreto, no para hacer amigos, sino para conservarlos de la mejor forma. Ahí veo mis errores, veo que no sirvo para nada, yo no tengo nada que demostrarme a mí, yo me conozco y me acepto tal cual soy, pero siempre he pensado que la valía de una persona puede ser medida por su capacidad de tener buenos amigos y conservarlos, por lo visto yo no soy capaz.

Cada pequeña gota que se derrama por mi rostro y cae, me destroza un poco mas, como quisiera ser diferente para que las personas que llegan a ser importantes en mi vida me vean como ese amigo incondicional, que hará hasta lo imposible para tener tiempo de escucharlos, que buscará entre todas las palabras una adecuada, un consejo, o que simplemente estará ahí cerca para intentar alejar a la soledad. Acaso soy un pequeño error y por eso la vida se aferra en destruime, pues creo que no le falta mucho, mis amigos son y lo serán siempre mi punto debil, cada amigo que pierdo es otra herida incurable que no deja de sangrar, si tan solo esa sangre pudiera arreglar las cosas.

Cual es el precio que debo pagar para poder ser considerado un buen amigo un gran amigo, me duele que a quienes mas confianza les he dado, a quienes entrego mi lealtad absoluta, con quienes soy a veces demasiado honesto, puedan llegar a creer que puedo traicionarlos, primero me dejaría caer en un abismo sin fondo antes de hacer la cosa mas aborrecible en el mundo que es la traición. Amigos mios, quienes aun quedan ahí, aunque sean muy pocos, sean felices, talvez pronto ya no tengan que preocuparse por mí, mis lágrimas no me salvan esta vez, ya nadie quiere salvarme, alguien ha penetrado profundo con un arma que yo no puedo resistir, siento frio, empieza a perder sentido, me apago con cada lágrima porque no puedo recuperar lo mas valioso que es su amistad, se acabará y lo peor es que nunca sabré el porque...

No hay comentarios.: