De pronto las cosas cambian a una velocidad abrumadora, existen ciertas ausencias que dejan una huella imborrable... estoy en el centro de ese cuarto como hace cinco años y unos meses, no debería estar vacío pero lo está, aunque ahora también hay cientos de historias que contiene.
No hay nada escrito y puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, después de todo vivimos en un mundo cambiante y cada una de nuestras expectativas se puede ver decepcionada, nos la pasamos demasiado tiempo esperando que haya cosas que las llenen y eso nos puede quitar muchas de la satisfacción con las cosas presentes.
Todo sucede en el momento, lugar y circunstancia en que debe suceder, por razones que aunque no entendemos tienden a ser las correctas. Solo nos queda seguir avanzando, poniendo lo mejor de nosotros para conseguir adaptarnos y salir adelante. Aunque a veces queden vacíos no previstos.
La capacidad de adaptación y de poder responder asertivamente a los cambios siempre nos pondrá en una posición de ventaja, solo no hay que olvidar quienes somos y seguir disfrutando del camino, mientras se camine con propósito se va haciendo al andar...
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