¿Cuántas veces damos por hecho las cosas? ¿Simplemente nos quedamos con nuestra versión de la realidad? ¿Y dejamos que los mensajes se 'transmitan' por medio de terceros?
Cuando es mucho más fácil hablar directamente, saber escuchar, poner atención y hacer una comunicación efectiva, podemos arreglar problemas, malentendidos, obtener resultados más rápidos y con menos esfuerzo si usamos nuestra voz para hablar y con la actitud de resolver y crear soluciones y puentes entre nosotros.
Y a pesar de que es tan fácil muy pocas personas se toman el tiempo de hacerlo, todo lo quieren resolver de forma express, cuando no siempre la velocidad quiere decir eficiencia. El día de hoy tuve una experiencia distinta, me tomé el tiempo, hicimos una pausa en la agenda y escuché y quizá conocí mucho más de una de las personas con las que vivo en esta noche que en varios años.
Todo se trataba de hablar, de escuchar, de preguntar y responder lo que se preguntaba. Piensa en las situaciones de la vida donde una simple charla podría traerte mucha más paz, te invito a hacerlo, te puedes llevar muy gratas sorpresas.
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