Nuevamente la cita, siempre en un lugar cambiante, en tiempos que parecen otros, en eras totalmente distintas. Y aún así con rostros siempre conocidos, en evolución, con nuevas historias que contar, con aprendizajes que compartir, poder ver el crecimiento que se va teniendo (a veces solo en edad).
Reencuentros que parecían difíciles de suceder, que dejan tanto buenos como malos sabores de boca, con cambios inevitables y caminos destinados a converger de una o de otra forma. Al final los cambios están en los ojos del observador, en las nuevas perspectivas y formas de ver la vida.
Bienvenida sea la aventura, siempre guarda muchas lecciones y aprendizajes, siempre hay cosas interesantes que contar, como sucesos que anudados en un océano de posibilidades se dan, que a veces solo tienen 364° de separación.
Un año más, no consecutivo, interrumpido, lleno de aprendizajes, de momentos, de lugares, de personas que se van, que desaparecen, que aparecen o simplemente se reencuentran.
Quizá en distintos planos de locura solamente...
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