Terminando una reunión con uno de mis socios de negocio y justamente una de las frases más memorables fue la de "esta es una de las ideas grandiosas que he tenido y que nunca implementé", lo más curioso es que solo esa idea hubiera cambiado el rumbo de los acontecimientos hacia una versión superior de mi realidad actual.
Y no es que me queje pero a veces cuando tienes que hacer una pausa y quizá dar algunos pasos hacia atrás para poder retomar el momentum siempre hay esa sensación de decir y si hubiera puesto en marcha eso que podría haberme dado mejores resultados en el presente.
Es tarde para arrepentirse, sin embargo, lo bueno de ser mentor y en el proceso haber sido mentoreado (y seguir siéndolo) por grandes referentes en su nicho, me permite que las ideas brillantes que he ido coleccionando las puedan implementar mis socios y mis clientes y de esa forma lograr buenos resultados.
Pienso que es como ver uno de los papeles escritos para mí en una obra, pero actuado por alguien más... esto me lleva a la reflexión de que las ideas deben ser validadas y lo mejor es que se validen llevándolas a la acción en el momento en que surgen. Puede haber mucho miedo y temer a la incertidumbre de los resultados pero nada de eso se va a arreglar sino se pone uno en acción y se mide aquello que haya salido bien o mal.
Aún así me considero afortunado de poder ver mis ideas en acción y saber que todo el entrenamiento y el conocimiento que he adquirido (y la inversión de tiempo y dinero en ello) han rendido frutos (porque se el concepto del apalancamiento) y por ello estoy satisfecho.
Sin embargo, te dejaré de tarea, ponte a implementar las ideas brillantes que surjan en tu mente, si tienes que fallar falla lo más rápido posible y al menor costo y de esa forma alcanzarás mejores resultados. La diferencia entre una persona que tiene gran éxito y otra que no es que la primera ha fracasado más veces.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario